Vida devocional
7. Triunfo
«Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.» (Juan 19:30)
«Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.» (Juan 19:30)
«Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu». (Lucas 23:46)
Del viernes más oscuro que haya visto la humanidad surgió la más brillante de todas las luces: la luz admirable de Dios, llamándonos a salvación.
«Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed» (Juan 19:28)
A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli,¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». (Mateo 27:46)
«Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa» (Juan 19:26-27)
«Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43)
«Jesús decía: —Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.» (Lucas 23.34)