Por María del Consuelo Pérez Velasco

He visto la película La cabaña en al menos siete ocasiones y cada vez que la veo hay algo de mí que se libera o un aprendizaje profundo que me ayuda a superar un miedo o angustia.
Anoche mientras oraba con mi esposo, el recuerdo de ver al protagonista caminar sobre el agua con Jesús, me hizo pensar, que hay situaciones que a nuestros ojos parecen imposibles de realizar; que la experiencia o el conocimiento nos ha enseñado que no es posible.
En esta escena en particular, el protagonista, después de haber caminado sobre el agua junto a Jesús, lo intenta nuevamente, pero ahora él solo y no puede. Jesús le dice que hay cosas que solo puede hacer tomado de su mano.
En varias ocasiones de mi vida, he intentado hacer cosas y tomar decisiones apartada de Jesús, solo para darme cuenta de que el resultado no es el esperado y experimento tristeza y hasta enojo, ira o frustración.
Al oír en las noticias actuales, situaciones de violencia intrafamiliar, suicidio, homicidios y otros causados por el confinamiento en que nos encontramos, me doy cuenta de que es solo tomados de la mano de Jesús que podremos superar esta etapa de nuestras vidas.
Solo tomados de su mano podremos salir adelante en esta situación que nos está poniendo a prueba en muchos sentidos. Soy muy afortunada de conocer a Cristo, de tal manera que ha crecido en mí un fuerte deseo y una gran necesidad de contar a otros del gran amor de Jesús y que él tiene el poder para hacernos caminar sobre las aguas tomados de su mano y llegar a la otra orilla sanos y salvos, comprobando que él siempre tiene cuidado de nosotros porque nos ama.