LA PALABRA DEL TORMENTO FÍSICO
POR TIRSA GUTIÉRREZ
¡YO TAMBIEN VUELVO A HERIRLE CUANDO DELIBERADAMENTE IGNORO SU VOZ CORRIGIÉNDOME!
Juan 19:28 TLA
28 Jesús sabía que ya había hecho todo lo que Dios le había ordenado. Por eso, y para que se cumpliera lo que dice la Biblia, dijo: «Tengo sed».
«Tengo sed» se refiere a la necesidad humana básica de beber agua. En el sentido literal, Jesús tenía sed pues era humano, y su tormento fisico había comenzado hace ya muchas horas antes de haber expresado su necesidad de agua.
Las burlas y acusaciones de odio extremobpor parte de los judíos; los azotes, que venían de un látigo con muchos hilos de cuero con pedazos afilados de hueso o metal en los extremos, que rasgó en tiras la espalda de Jesús; la corona de espinas que perforaba y ensangrentaba su cabeza; las bofetadas y escupitajos de los romanos; el peso de llevar cargando la cruz sobre esa espalda lacerada hasta el lugar de la ejecución; la crucifixión misma «una tortura apta solo para esclavos»; la pérdida de sangre; el agotamiento extremo; la deshidratacion de Jesús solo era el final de un cruel tormento.
¿Será necesario recordar cada detalle sangriento de la inhumana tortura que sufrió?
Para mí lo es. Porque no solo esto le dolió.
Igual de cruel es mi incredulidad, mi indiferencia y autosuficiencia. Yo tambien vuelvo a herirle cuando deliberadamente ignoro su voz corrigiéndome.
Cuando dejo sus caminos para seguir los míos. Cuando digo amale pero odio al que lleva tu imagen.
Cuando me pongo la máscara de compasión pero sigo guardando rencor,
Cuando al dejar de hablar de su amor, me quedo callada por miedo a ser rechazada, si evito mencionar su nombre porque vayan a burlarse…
Si tan solo hubiera estado allí, al pie de aquella cruz, tal vez le hubiera dado de beber, habría limpiado sus heridas o tal vez le hubiera dado la espalda y habria desviado la mirada, como Isaías lo predijo, sin importarme nada.
Para mí es necesario recordar el sufrimiento en el camino al calvario y sobre la cruz, para agradecer, para adorar, para rendir mi voluntad entera a su divinidad.
Si existe agradecimiento en tu corazón, si en alguna manera te han impactado las escenas de la pasión, lo mejor que puedes hacer es decirle hoy ¡TENGO SED! ¡He sufrido también y estoy necesitado de ti! ¡Dame de beber! ¡No quiero tener sed JAMÁS! ¡Vengo a tí por más, porque tú conoces esta necesidad y solo tú puedes satisfacer la sed de mi alma!
¡Tengo sed!
Bendiciones.