
LA PALABRA DE TRIUNFO
POR PR. LUIS GUTIERREZ
¡SOMOS SALVOS POR LO QUE YA FUE HECHO!
JUAN 19:30
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
No sé a cuantos de ustedes les guste concluir sus pendientes, o terminar algo que han planeado por muchos años, o incluso, poder pagar lo que podría ser una gran deuda cuando han adquirido una lavadora, una pantalla, un auto, una casa. O los que han terminado una carrera y han podido exclamar “He terminado”, “he concluido”, “Hecho está”
A mí en lo personal, en ocasiones, cuando alguien me encarga algo, muchas veces respondo “¡listo!” y en el whats aparece una palomita de “terminado”, “concluido”.
En esta tarde, vamos a recordar y a celebrar el momento que podemos decir, es el momento más crucial para la historia de la humanidad. Y éste es el momento en que Jesús declaró esta expresión que encontramos en:
Juan 19:30
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es
Consumado es. En el lenguaje griego en el que se escribió el evangelio de Juan, se utiliza la palabra
Tetelestai, “Está hecho” | τελέω | teléo
Si nosotros nos pudiéramos transportar al mundo espiritual que estaba sucediendo en esos momentos, seguramente veríamos a las huestes espirituales de maldad comenzando a celebrar con alegría lo que pensaban era su más grande victoria, pero lo que nunca se imaginaron es que la Resurrección aún tenía que ocurrir, y esto por supuesto era algo ya inevitable.
Es curioso, pero un par de versículos antes, en el versículo 28, se menciona esta misma palabra previo a que Jesús citara la palabra del tormento físico
Juan 19:28
28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.
Pero en esta ocasión está citando esta palabra él mismo en un sentido de triunfo absoluto:
Tetelestai, Consumado es
Dando el giro más grande e increíble de la historia de la humanidad.
Recuerdo una canción de un grupo de rock cristiano que dice en español “Él vino, Él vio, Él conquistó”, tomando las palabras de Julio César cuando llegaba a conquistar alguna ciudad o algún imperio (“Yo vine, yo vi, yo conquisté”), pero nada que ver las conquistas que hizo este hombre comparado con con lo que hizo Jesús en la cruz, y no fue con espada, no con ejército sino con su Santo Espíritu con el ¡poder de la sangre que derramó en esa cruz!
De hecho, Jesús mismo ya estaba esperando este momento desde la última cena, cuando él oró al Padre diciendo:
Juan 17:4
4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Me imagino que Jesús, de una manera u otra ya ansiaba poder expresar esta palabra:
Tetelestai, Consumado es
Ahora, en estos momentos, ¡esta exclamación era totalmente cierta!
Pero antes de quedarnos embelesados en la celebración de la victoria, debemos preguntarnos ¿qué es exactamente lo que se ha consumado?
Obviamente, el duro sufrimiento de Jesús en la cruz había terminado. Pudiera yo leer todo el pasaje de Isaías 53, pero sólo quiero resaltar estos versículos:
2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
• El trabajo de toda la vida de Jesús había terminado. Como resultado, la misión de Jesús de ganar la redención para nosotros la humanidad apartada de Dios había sido terminada.
• Las profecías del Antiguo Testamento referentes a la llegada del Mesías se cumplieron
• La Ley del Antiguo Testamento fue cumplida total y cabalmente por Jesús, derramando sobre nosotros su Gracia sublime que estableció en esa cruz.
• El dominio del diablo había terminado. Como fue escrito en la primera profecía de la Biblia que la simiente de Eva, o sea Jesús, habiendo sido herida en el calcañar por la serpiente, a través de esta muerte en la cruz orquestada por el enemigo de nuestras almas, ha aplastado la cabeza de la serpiente y le ha quitado todo el poder
• Y con esto, ha consumado, ha terminado también toda tu desesperanza y también la mía con respecto a nuestra incapacidad de vencer nuestros propios defectos y debilidades de nuestra vida terrenal, compartiendo con nosotros esa gran victoria que Él ha logrado en la cruz del calvario, razón por la cual nuestro Señor Jesús exclamó a gran voz
Tetelestai, Consumado es
Yo quiero que pienses en estos momentos en las aparentes derrotas en tu vida que estás viviendo ahora mismo. Esas áreas dónde simplemente piensas que no das la talla, o no das el ancho.
Quizás has estado luchando con vencer algún tipo de hábito o adicción que no puedes vencer y vuelves a caer una y otra vez. Desalentador, ¿verdad?
Yo no te puedo prometer que tendrás todo lo que tú quieras obtener en la vida, pero definitivamente puedo decirte que, si tú tomas la decisión de aceptar a Jesús y tenerlo de tu lado, de una manera u otra, en algún momento, todas tus derrotas serán vencidas con la victoria que Jesús ya realizó en la cruz del calvario.
Incluso cuando nuestras victorias no llegan de acuerdo con lo que nosotros esperamos, seguimos siendo victoriosos. Es por eso que tenemos la promesa de
Romanos 8:28
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Esto no significa que no nos ocurrirán cosas malas en la vida. Esto significa que Dios convierte esas cosas malas en un bien que igual nunca entenderemos o tardaremos un tiempo en entender.
Ahora, para muchas personas, y no me refiero sólo a las que no conocen del evangelio, sino dentro del mismo ámbito cristiano, deletrean al cristianismo así: H A Z | “Has esto”, Haz aquello” pero no Hagas esto, no hagas aquello. Pero ese era el mensaje de la ley que nunca nadie pudo cumplir.
Pero el mensaje de la cruz es un mensaje de Resurrección, no de restricción. Escucha bien lo que voy a decir: TU Y YO NO SOMOS SALVOS POR LO QUE HACEMOS O NO HACEMOS. SOMOS SALVOS POR LO QUE YA FUE HECHO
Tetelestai, ¡Consumado es!, ¡Está hecho!
Y esto es cierto, no sólo cuando acudimos a Jesús para recibir salvación en primer y más importante lugar, sino que aplica también en nuestro día a día cuando intentamos ser rescatados del poder del pecado que obra en contra nuestra. Nosotros somos totalmente perdonados, y es el poder de la resurrección de Jesús lo que nos hace posible convertir nuestra posición oficial ante Dios en una victoria real diaria sobre el pecado.
Nuestra victoria viene de la victoria que Jesús ya obtuvo en la Cruz, y nuestro deseo es llegar a ser cómo Él es. Como dice:
Romanos 8:37-39
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Tetelestai, ¡Consumado es!, ¡Está hecho!,
- ¡Este es el mensaje de la Cruz!
- ¡Este es el mensaje de la obra que Jesús hizo!
- ¡Este es el mensaje de la Gracia que Dios ha derramado sobre nosotros!
Bendiciones.